Estreno de ‘Todo próximo e intocable’ de Sergio Blardony

El próximo lunes 5 de octubre, a las 19,30 h., Detlev Bork estrenará la obra de Sergio Blardony “Todo próximo e intocable”, para 1 guitarrista con 2 guitarras. Aunque no hay presencia audible del texto, la obra está sugerida por la primera parte del poemario “Otro año del mundo” de Pilar Martín Gila (debajo hay notas sobre este punto).

El concierto ser realiza con motivo de la inauguración del nuevo Colegio Alemán de Madrid, y se interpretarán también otros dos estrenos de Jorge Fernández Guerra y José Gallardo.

Más info: http://dsmadrid.org/calendario/16058/

 

COMENTARIO SOBRE “TODO PRÓXIMO E INTOCABLE”

La obra musical se inspira en la primera parte del libro Otro año del mundo de Pilar Martín Gila, un poemario que, a su vez, toma como sugerencia la balada Der Erlkönig (“El rey de los elfos”) de Goethe. En el poemario la acción se suspende, todo queda como detenido, transcurriendo en un tiempo que parece nunca va a acabar. La balada se ralentiza, casi se detiene para fijarse en los detalles, y emprender otra mirada. Esta “incisión” a través de la reescritura del texto de Goethe es la que me interesa para la obra musical.

Aunque, de un modo u otro,  la pieza está sugerida por toda la primera parte del libro, la clave estructural se encuentra en el siguiente poema en forma de diálogo:

―De qué tienes miedo.

―¿No ves a ése que trae

 en una mano el galope y en la otra

 las tres figuras de la tormenta?

―Es oscura la noche y está cegada

 la distancia. Nadie se abre camino

 ni es más veloz que nuestro caballo,

 pronto, querido niño, dormirás

 en el regazo de tu madre

 que cantará toda la noche por ti.

En este poema está contenido lo esencial de la intención de la propuesta musical: la forma tripartita que se vuelve sobre sí misma, generando un interior formal igualmente ternario (como si fuera una metáfora de lo fractal); la resonancia –la distancia- como enigma y como promesa (y quizá también como descubrimiento); el movimiento entre la niebla…

También subyace, en la obra musical, una intención de ritual sonoro, que se plasma en la propuesta escénica. Dos guitarras. Una como resonancia de la otra, una resonancia de luz, que intenta penetrar inútilmente en la niebla del bosque…